Ella se ha levantado entre los brazos de su papá noel. Está feliz. Ayer, sentía que se le escapaba la energía, como si el día se hubiese levantado gris, y todo se esforzara por no encajar.
Y llegó él, la abrazó, la besó, y la achuchó tan fuerte, diciéndole las palabras mas dulces que podían llegar a sus oídos. El calor de su cuerpo le dió tranquilidad, y esa manera serena de contenerla.. fue, lo que le hizo saber en ese instante que él era lo que necesitaba. Ese saber llevarla, saber guiarla, saber.. que ella tiene una forma diferente de ser, quizá demasiado sensititiva, o vulnerable, o.. quien sabe qué. Y él, sabe ese «quien sabe qué», y hacerle sentir que todo está bien, que es importante, y es amada, querida, deseada, y .. su vida a tomado una luz que no esperaba.. algo que no creía posible, y ahora.. toca, vive, besa, abraza, siente, y suspira lo imposible.
- No pensé volver a sentir esta dulce ambrosía del amor en mi alma. Desde el primer momento que te ví, me cautivastes, y .. me gustaron tus ojos, tus labios, tus manos, tus maneras, tu sonrisa, y todo lo que me inspiras.
- Todo lo que siento por tí, es una mezcla de todo pero en esencia.. es plenitud. La que encuentro en tu cariño, en tu compartir, en tu sensibilidad. Eres… lo que necesito, y .. que tampoco esperé encontrar.
diario de nereida 