No lo puedo evitar. Pensar continuamente es un vicio. A veces me gustaría buscar ese botoncito del off y poder descansar cuerpo y mente.
Hoy sin motivo aparente me he levantado más positiva. No sé si es por la pequeña mejoría que parece asomar (aunque a veces creo que soy yo la que se empeña en verla) o porque hay días que sin motivo tu mente decide estar bien.
Cierto que me ha gustado levantarme y tener un momento tranquilo para tomarme un café sin más mientras escuchaba música. También he hecho algunos estiramientos. Creo que no hay un músculo o hueso de mi cuerpo que no me duela.Es sencillamente por esta tensión constante.
Debo de tener un ángel de la guarda, que en los momentos más tontos, me hace estar animada. Aunque sea consciente de la situación complicada, de los momentos en los que estoy viviendo, si, me ha dado ese pequeño descanso de.. escucha música, y sonríe.
Hoy he ido sola al trabajo y ha sido todo un placer salir un poco antes de casa, conducir con la ventanilla bajada, disfrutar del frescor de la mañana, y .. aparcar. Cuando he llegado a la oficina me he encontrado muestras de cariño inesperadas.. y me han tocado el alma, el corazón, el sentimiento.
Soy sensible.. quizá demasiado. Aunque en ocasiones, consigo ser dura y serena. No parece muy lógico. Creo que depende de la circunstancia y de mi momento.
Estos últimos días meditaba sobre lo que quiero y hacia donde camino. Quiero ir a mejor en todos los aspectos. Es algo ambicioso. Pero en esas noches de insomnio, de pesadillas, pensaba en «cambiar».
«Cuando tú cambias, todo cambia, o empieza a cambiar».
Por donde he empezado, por ordenar físicamente mi exterior, mis libros, mis lugares, para interiorizar ese orden.
Ser consciente de lo que vivo y siento, aunque a veces duela. No gusta sentirse menos para quien es mas. Pero se acepta con respeto.
Comenzar a coleccionar «bellos momentos». Eso se consigue en el presente, y soy la que puede rescatar esos momentos.
Saber que en cada momento he actuado como he sabido, como he podido, y perdonarme por no ser «perfecta».
Hay días que no consigo enfilar el horizonte.. pero hay otros, en los que sin saber porqué, sonrío esperanzada en el amanecer.
r.
diario de nereida 
Si te fijas en la foto que has puesto en tu post… la respuesta a todos estos problemas tú misma la has dejado y está ahí: «La realidad es siempre compleja, llena de claroscuros».
Hay días que nos levantamos con la cabeza baja y solo vemos la negrura, casi un oscuro abismo abierto a nuestros pies. Y por más que insistimos en mirar, por ahí no vemos nada.
Hay días en cambio que parecen diferentes. Quizás esa charla por skype hasta el amanecer, esa canción que escuchaste, esa palmadita en forma de sonrisa en el trabajo, o esos libros que ordenaste que a la vez te ordenaron por dentro también ellos a ti…
esos y otros tantos detalles hacen que levantemos un poco la cabeza y empecemos a mirar más arriba.
Y lo que era lo mismo deja de ser igual. El horizonte es más claro, los colores son otros, conseguimos ver algo cuando empezamos a pensar (mirar). No hubo nada distinto. La realidad era la misma de siempre pero pusimos el punto de vista en otro sitio y todo se hizo más luminoso. Nuestra vida, también…
No dejes de escribir y de inspirarnos siempre que puedas.
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Muchas gracias Jazz! Después de un día viene otro 🙂
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